Es el Oricha mayor, creador de la tierra y escultor del ser humano. Es la deidad pura por excelencia, dueña de todo lo blanco, de la cabeza, de los pensamientos y de los sueños. Hijo de Olofin y Oloddumare. Fue mandado a la tierra por Olofin para hacer el bien y para que gobernara como rey del planeta. Es misericordioso y amante de la paz y la armonía. Rige la buena conducta y es capaz de aplacar a su hijo Shangó y a Ogún Areré. Todos los orichas lo respetan y lo buscan como abogado. No admite que nadie se desnude en su presencia o se digan frases duras o injuriosas. Sus hijos deben ser muy respetuosos. Tiene veinticuatro caminos o avatares. El castillo que le pertenece tiene 16 ventanas. Sus sacerdotes se llaman Ochabi. El receptáculo es una sopera con cuatro otá (piedra) llamados oke (de la loma) con collares de cuentas blancas. Sus piedras no admiten el sol, el aire o el sereno.
Obatala es también el único Oricha que tiene caminos masculinos y femeninos.
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